El cerebro en una cubeta
Veamos si puedes imaginar esto: eres una persona a la que un científico desquiciado ha extraído el cerebro. Dicho órgano es colocado dentro de un recipiente especial que contiene un líquido con nutrientes que permitirá mantenerlo con vida. Las neuronas de tu cerebro han sido conectadas por medio de cables a una supercomputadora
Este aparato, de tecnología altamente sofisticada, trabaja con un programa que genera en tu mente la ilusión de que tu vida transcurre de manera normal. Pero, en realidad, la falsa percepción sensorial de tu mundo ilusorio es resultado de los impulsos eléctricos que llegan a tu cerebro.
Recordemos aquel planteamiento que hace Morfeo a Neo en la película The Matrix: «¿Qué es real? ¿Cómo defines lo real? Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler, lo que puedes saborear y ver, entonces lo real son simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro.»
La siniestra computadora simularía una realidad virtual. Cuando quieras mover una mano, por ejemplo, la computadora producirá la ilusión adecuada para que sientas que manejas la mano según tu voluntad. Incluso, este mismo momento en que lees estas palabras podría ser una simulación producida por ese complejo software que te haría caer en la ilusión de que estas haciendo lo que crees que estás haciendo. Entonces ¿Cómo harías para probar lo contrario? ¿Existe una manera en que puedas demostrar que no eres un cerebro metido en un frasco por algún científico maniático? ¿Tienes alguna forma de comprobar que no eres un cerebro que procesa una realidad virtual inducida por una supercomputadora?
Je, je, je... Todo eso suena loco ¿verdad? Pero esas ideas extravagantes son parte de la hipótesis del “cerebro en una cubeta” (“brain in a vat”) propuesta por algunos filósofos para cuestionar nuestra percepción de lo que entendemos por “real”. En parte, estas ideas son una revisión contemporánea de los argumentos elaborados por Descartes en sus Meditaciones Metafísicas, donde sugirió que un demonio maligno pudo estar engañando su percepción con falsas experiencias sensoriales.
«Supondré ahora --escribió Descartes--, no que Dios, que es supremamente bueno y la fuente de la verdad, sino en cambio algún genio maligno con el más extraordinario poder ha usado todas sus fuerzas para engañarme. Debo pensar que el cielo, el aire, la tierra, colores, formas, sonidos, y todas las cosas externas son solo alucinaciones de sueños los cuales ha creado para engañar mi juicio» (Meditaciones 15)
Aquí te copio un par de extractos de las ideas de dos afamados filósofos contemporáneos:
Jonathan Dancy: «Usted no sabe que no es un cerebro, suspendido en una cubeta llena de líquido en un laboratorio, y conectada a un computador que lo alimenta con sus experiencias actuales bajo el control de algún ingenioso científico técnico (benévolo o maligno, de acuerdo a su gusto). Puesto que, si usted fuera un cerebro así, asumiendo que el científico es exitoso, nada dentro de sus experiencias podría revelar que usted lo es; ya que sus experiencias son, según la hipótesis, idénticas con las de algo que no es un cerebro en la cubeta. Como usted sólo tiene sus propias experiencias para saberlo, y esas experiencias son las mismas en cualquier situación, nada podría mostrarle cuál de las dos situaciones es la real.» (Introduction to Contemporary Epistemology, 10)
Hilary Putnam: «En lugar de tener sólo un cerebro en la cubeta, podemos imaginar que todos los seres humanos (o todos los seres con sensaciones) son cerebros en la cubeta (o sistemas nerviosos en la cubeta en el caso en el que seres con sólo sistemas nerviosos cuenten como seres con sensaciones) ¿Por supuesto, el científico malvado tendría que estar afuera, o no? tal vez no haya ningún científico maligno, tal vez (aunque parezca absurdo) el universo consista solamente de maquinaria automática atendiendo una cubeta llena de cerebros y de sistemas nerviosos. Ahora supongamos que esta maquinaria automática esta programada para darnos a todos una alucinación colectiva en lugar de un cierto número de alucinaciones aisladas. Así cuando me parece que le hablo a usted, a usted le parece estar oyendo mis palabras... Ahora quiero hacer una pregunta que parecerá muy tonta y obvia (al menos para algunas personas, incluyendo algunos filósofos muy sofisticados), pero que nos llevará a verdaderas profundidades filosóficas con cierta rapidez. Supongamos que toda esta historia fuera realmente verdadera, ¿podríamos, si fuéramos cerebros en la cubeta de este modo, decir o pensar que lo somos?» (Reason, Truth, and History, 7)
No obstante lo ingenioso de estos juegos teóricos, mi muy estimado(a) amigo(a) matrixnauta, admito no me resulta muy simpática esta hipótesis del "cerebro en una cubeta" (¡¿A quién le ha de gustar una idea tan horrible como la de ser un cerebro sumergido en un viscoso líquido y aprisionado dentro de un frasco?!). Sin embargo es buena para estimular la reflexión y la duda sobre nuestra percepción de la "realidad".
Hay muchos que dudan sobre la existencia de un “más allá”, pero a medida que avanza la ciencia (especialmente la Física Cuántica y la Neurofisiología) soy más escéptico con el “más acá” que me muestran mis sentidos.
Sí, cada vez tengo más dudas sobre la realidad material y, cada vez más, veo la creencia en lo "tangible" como un artículo de fe.
Fuentes consultadas:
• Cerebros en las cubetas y el genio maligno
• Brain in a vat (Wikipedia)
Este aparato, de tecnología altamente sofisticada, trabaja con un programa que genera en tu mente la ilusión de que tu vida transcurre de manera normal. Pero, en realidad, la falsa percepción sensorial de tu mundo ilusorio es resultado de los impulsos eléctricos que llegan a tu cerebro.
Recordemos aquel planteamiento que hace Morfeo a Neo en la película The Matrix: «¿Qué es real? ¿Cómo defines lo real? Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler, lo que puedes saborear y ver, entonces lo real son simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro.»
La siniestra computadora simularía una realidad virtual. Cuando quieras mover una mano, por ejemplo, la computadora producirá la ilusión adecuada para que sientas que manejas la mano según tu voluntad. Incluso, este mismo momento en que lees estas palabras podría ser una simulación producida por ese complejo software que te haría caer en la ilusión de que estas haciendo lo que crees que estás haciendo. Entonces ¿Cómo harías para probar lo contrario? ¿Existe una manera en que puedas demostrar que no eres un cerebro metido en un frasco por algún científico maniático? ¿Tienes alguna forma de comprobar que no eres un cerebro que procesa una realidad virtual inducida por una supercomputadora?
Je, je, je... Todo eso suena loco ¿verdad? Pero esas ideas extravagantes son parte de la hipótesis del “cerebro en una cubeta” (“brain in a vat”) propuesta por algunos filósofos para cuestionar nuestra percepción de lo que entendemos por “real”. En parte, estas ideas son una revisión contemporánea de los argumentos elaborados por Descartes en sus Meditaciones Metafísicas, donde sugirió que un demonio maligno pudo estar engañando su percepción con falsas experiencias sensoriales.
«Supondré ahora --escribió Descartes--, no que Dios, que es supremamente bueno y la fuente de la verdad, sino en cambio algún genio maligno con el más extraordinario poder ha usado todas sus fuerzas para engañarme. Debo pensar que el cielo, el aire, la tierra, colores, formas, sonidos, y todas las cosas externas son solo alucinaciones de sueños los cuales ha creado para engañar mi juicio» (Meditaciones 15)
Aquí te copio un par de extractos de las ideas de dos afamados filósofos contemporáneos:
Jonathan Dancy: «Usted no sabe que no es un cerebro, suspendido en una cubeta llena de líquido en un laboratorio, y conectada a un computador que lo alimenta con sus experiencias actuales bajo el control de algún ingenioso científico técnico (benévolo o maligno, de acuerdo a su gusto). Puesto que, si usted fuera un cerebro así, asumiendo que el científico es exitoso, nada dentro de sus experiencias podría revelar que usted lo es; ya que sus experiencias son, según la hipótesis, idénticas con las de algo que no es un cerebro en la cubeta. Como usted sólo tiene sus propias experiencias para saberlo, y esas experiencias son las mismas en cualquier situación, nada podría mostrarle cuál de las dos situaciones es la real.» (Introduction to Contemporary Epistemology, 10)
Hilary Putnam: «En lugar de tener sólo un cerebro en la cubeta, podemos imaginar que todos los seres humanos (o todos los seres con sensaciones) son cerebros en la cubeta (o sistemas nerviosos en la cubeta en el caso en el que seres con sólo sistemas nerviosos cuenten como seres con sensaciones) ¿Por supuesto, el científico malvado tendría que estar afuera, o no? tal vez no haya ningún científico maligno, tal vez (aunque parezca absurdo) el universo consista solamente de maquinaria automática atendiendo una cubeta llena de cerebros y de sistemas nerviosos. Ahora supongamos que esta maquinaria automática esta programada para darnos a todos una alucinación colectiva en lugar de un cierto número de alucinaciones aisladas. Así cuando me parece que le hablo a usted, a usted le parece estar oyendo mis palabras... Ahora quiero hacer una pregunta que parecerá muy tonta y obvia (al menos para algunas personas, incluyendo algunos filósofos muy sofisticados), pero que nos llevará a verdaderas profundidades filosóficas con cierta rapidez. Supongamos que toda esta historia fuera realmente verdadera, ¿podríamos, si fuéramos cerebros en la cubeta de este modo, decir o pensar que lo somos?» (Reason, Truth, and History, 7)
No obstante lo ingenioso de estos juegos teóricos, mi muy estimado(a) amigo(a) matrixnauta, admito no me resulta muy simpática esta hipótesis del "cerebro en una cubeta" (¡¿A quién le ha de gustar una idea tan horrible como la de ser un cerebro sumergido en un viscoso líquido y aprisionado dentro de un frasco?!). Sin embargo es buena para estimular la reflexión y la duda sobre nuestra percepción de la "realidad".
Hay muchos que dudan sobre la existencia de un “más allá”, pero a medida que avanza la ciencia (especialmente la Física Cuántica y la Neurofisiología) soy más escéptico con el “más acá” que me muestran mis sentidos.
Sí, cada vez tengo más dudas sobre la realidad material y, cada vez más, veo la creencia en lo "tangible" como un artículo de fe.
Fuentes consultadas:
• Cerebros en las cubetas y el genio maligno
• Brain in a vat (Wikipedia)
4 Comentarios:
Mi cerebro en una cubeta?
Seria dificil diferenciar, entre lo real y lo que te pone la computadora, estando el cerebro en una cubeta
Lo unico que se me ocurre que lacomputadora se dañara o le entrara un virus o algo asi
Pero igual, despues seria un simple cerebro en una cubeta, asi que las opciones entre la verdad de ser cerebro en una cubeta o la mentira de una computadora, no son muy buenas
Saludos y veo que como yo eres fanatico de "The Matrix"
Dr. Bob
Esa idea del cerebro dentro de la cubeta es terrible --no brinda muy buenas opciones-- pero, por lo menos, estimula la imaginación y la reflexión.
Gracias por tu visita, Dr. Bob: Eres el primero en comentar este blog (¡así que la ocasión es histórica!). Mucha felicidad, hermano.
Bueno, la idea original es de Descates si no me equivoco. Leí sobre el tema en el 99 luego de ver Matrix, es más, el link al tema lo saqué de la web oficial de la peli.
Como sea, idea loca si las hay claro que ¿por qué no posible?
Salutes
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